Antonio Abad Lugo Machín
Nació el 11 de febrero de 1903 en Sagua la Grande .
Falleció el 4 de agosto del 1977 en Madrid.
Cantante , compositor y maraquero.
Hijo de una criolla negra y un español. Arrastró ritmo africano y música española lo cual le sirvió de escudo para llegar a ser un ganador vitalicio. Se crió y estudió humildemente su primera enseñanza y la música, como todos los jóvenes que se criaron en aquellos años tenebrosos de una república mediatizada y empobrecida.
La música la estudió enrolándose en la banda municipal de su poblado Sagua la Grande, aunque era evidente que ese no era el sueño del joven sagüero. ÉL conocía que en la capital de la república en el año 1922 comenzaron a funcionar las pequeñas emisoras radiales y también que existían centros donde trabajaban músicos esporádicos o fijos.
A pesar de las trabas y otros detalles, el joven Machín se decide marchar para La Habana. Junto al trovador Manuel Zaballa integran un dúo y comienzan a trabajar en algunos lugares sin mayor importancia. Posteriormente se separan y Lugo Machín se integra al trío Luna. Lo conforman Enrique Peláez, trecero, Antonio Machín maracas y voz prima, y Manuel Luna guitarra voz segunda y director.
Cuenta la historia que el trío Luna comienza a realizar trasmisiones en una de aquellas emisoras radiales y a la sazón se encuentran con el maestro Don Aspiazu, director de una importante orquesta que trasmitía en la misma emisora. El famoso maestro, al escuchar a Machín cantar, se da cuenta que ese joven y esa voz tenía futuro y ràpidamente lo conmina a integrarse a su orquesta que también actuaba en la pequeña emisora. El maestro Aspiazu le explica a Machin que su orquesta actúa en el sitio más lujoso e importante de Cuba en aquellos años, refiriéndose al Casino Nacional de La Habana, centro de reunión de la alta burguesía habanera.
El cienfueguero Justo Ángel Aspiazu, (Don Aspiazu como nombre artístico), era un director de alta mentalidad y decisiones positivas, es por ello que sin pensarlo dos veces decide en el año 1930 marchar con su magnífica banda para Nueva York, la ciudad de las opciones. Es así que con solo El Manicero, de Moisés Simón, tanto a su orquesta como al intérprete Antonio Machín, la ciudad le abrió sus puertas para la lucha diaria contra el tiempo.
En 1931 la orquesta de Don Azpiazu conseguía un hito en la historia de la música cubana convirtiéndose en el primer grupo en vender más de 1 millón de copias gracias a su canción “El manisero” (“The peanut vendor”). Entre la orquesta figuraba un cantante que con su cuarteto estaba destinado a convertirse en una de las figuras clave en el desarrollo y éxito de la música cubana a nivel mundial, el genial Antonio Machín.
Antonio Machín tuvo un trabajo intenso con Don Aspiazu, sobre todo en grabaciones, pero al sagüero le sobraba tiempo para crear un cuarteto con los siguientes músicos: Trompeta, Remberto Lara (miembro de la orquesta), Daniel Sánchez, guitarra y segunda voz, Yayito Maldonado, guitarra prima, y Antonio Machín primera voz. Con ese personal, el intérprete cubano grabó una insuperable cantidad de obras casi todas cubanas.
El éxito del cuarteto es muy grande tanto en toda América Latina como en Europa, llevando el nombre de Machín a lo más alto con más de 150 grabaciones entre 1930 y 1935.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario